Esta mañana, se realizó la apertura de sesiones ordinarias 2021 del Concejo Deliberante de Azul. En la ocasión, el intendente Hernán Bertellys pronunció el discurso inaugural.
Estuvieron presentes el presidente del cuerpo deliberativo Juan Sáenz, concejales, la senadora provincial Lucrecia Egger, el jefe de Gabinete Alejandro Vieyra, el secretario de Hacienda y Administración Agustín Carús y la subsecretaria de Gobierno Fernanda Ibarra. Cabe destacar que en el marco de la situación sanitaria actual, la actividad se realizó sin presencia de invitados ni representantes de instituciones intermedias.
En principio, el mandatario municipal solicitó hacer un minuto de silencio “por las víctimas que la pandemia del COVID-19 dejó en todo el mundo y especialmente por nuestros vecinos del partido de Azul”.
A continuación, explicó que “debido a las circunstancias sanitarias será una presentación atípica y por sobre todo, breve”.
El discurso del Intendente
“Habían transcurrido muy pocos días desde que me hice presente en este mismo recinto en marzo de 2020, cuando todo empezó a tomar un rumbo desconocido para cada uno de nosotros.
El fin de semana que iniciaba el 13 de marzo, varias actividades con concurrencia masiva de público fueron suspendidas de común acuerdo con los organizadores. Las noticias de la circulación del virus en el AMBA con el ingreso de los viajeros alertaron a todo el interior de la provincia de Buenos Aires.
Pasó menos de una semana de esta situación y el Gobierno Nacional decretó cuarentena obligatoria en todo el país. Entonces, empezó la guerra contra un enemigo desconocido que se mostraba letal e implacable.
Día a día, fuimos todos conociendo a cuentagotas como dicho enemigo evolucionaba; un aprendizaje permanente que nos hacía tomar medidas siempre a prueba.
Era el momento de utilizar la cuarentena para poder reforzar nuestro sistema de salud, tanto en lo prestacional, como en personal, stock de insumos y fundamentalmente, agregar camas en terapia intensiva y sectores de atención intermedia de COVID.
Aumentamos un 30% más de camas para atención de pacientes moderados con coronavirus y superamos el 100% de camas en terapia intensiva. Además, se agregaron respiradores que en parte fueron colaboración de la comunidad. Por supuesto, un párrafo aparte para el compromiso siempre presente de las cooperadoras de los hospitales municipales.
Pudimos proveer desde el primer día, todo el material descartable que los profesionales de la salud necesitan al momento de la exposición con pacientes portadores. En aquella oportunidad la falta de stock -podríamos decir a nivel mundial de estos insumos- nos hizo tocar infinidad de puertas para poder tener en principio, material e insumos para un trimestre.
No faltaron los especuladores de siempre que aprovechando esta situación ponían el precio muchas veces sobrepasando el 1000% de lo que valía tiempo atrás. Sin embargo en ese lapso de tiempo, con el aporte voluntario de ciudadanos pudimos dotar de material descartable que se hizo en domicilios particulares con una gran vocación de servicio.
Teniendo en cuenta el personal de salud con patologías de riesgo y mayor de 60 años con el que no podíamos contar como parte del equipo para enfrentar la pandemia, tuvimos que sumar especialmente enfermeras, enfermeros y personal de servicio. Esto significó, con el ingreso de personal médico incluido, a la fecha más de 50 incorporaciones de nuevos trabajadores en el sector salud.
Todo esto se resume en una inversión en un año calendario de 926 millones de pesos, un promedio del 50% por encima de lo presupuestado; solamente en bienes de consumo, el incremento fue de más del 100% de lo calculado. Se trató de un gran esfuerzo de toda la comunidad, pero dicho esfuerzo valió la pena: Solo en una oportunidad tuvimos que hacer derivaciones y no tuvimos un solo personal de salud contagiado en nuestros hospitales por pacientes, ya que siempre contaron con la protección necesaria para que eso no sucediera.
No podemos dejar pasar por alto lo que toda la comunidad sabe: Somos la única localidad del centro de la Provincia con más de 65000 habitantes, en la que el único efector de salud para atención de COVID es el Hospital Pintos; no hay prestadores privados que se hayan preparado para esta contingencia. En las espaldas de este gobierno cae toda la responsabilidad sanitaria del partido de Azul y algunas comunidades vecinas.
Tenemos como prioridad la detección temprana de los portadores del virus, por ello hemos puesto en marcha el Plan Rastrear con encuestas domiciliarias. Lo que mayor resultado nos está dando en el seguimiento y control de la propagación del virus es este mismo programa con el agregado de los test rápidos que nos permiten hisopar a más de 200 vecinos por semana y poder así concretar rápidamente el aislamiento. Es una herramienta fundamental a la que le daremos continuidad. Seguiremos adquiriendo estos kits de testeo, los cuales son obtenidos con el 100% de recursos municipales.
He nombrado a los profesionales de la salud, los primeros en la línea de fuego, a los que rendiremos juntos a todos los trabajadores esenciales nuestro eterno agradecimiento por la vocación de servicio prestada. Un reconocimiento especial y un fuerte aplauso para todos ellos.
La cuarentena dejó secuelas en la actualidad y muy especialmente en los trabajadores independientes que estuvieron imposibilitados de realizar sus tareas, lo que los puso en una situación de extrema vulnerabilidad. Esto implicó que la ayuda social que se brindaba hasta febrero, en los meses de cuarentena se triplicó, llegando por primera vez a asistirse a familias que nunca necesitaron que el Estado los acompañara en lo más básico: la alimentación.
Para enfrentar estas situaciones hemos recibido herramientas, una de ellas la concedió este Concejo Deliberante, a solicitud de los concejales oficialistas con la promulgación de la ordenanza que permitió reasignar fondos para obra pública en alumbrado para atender situaciones sociales y de salud.
El Gobierno de la Provincia asistió a todos los municipios bonaerenses, compensando la pérdida de la recaudación que tuvo cada distrito al caer en forma estrepitosa la activad productiva. Somos agradecidos de este acompañamiento, pero es importante que todos sepan que la mayoría de estos ingresos provinciales se realizaron a modo de préstamo. Debemos devolverlos. Pudimos lograr una postergación momentánea gracias a la intervención de nuestros legisladores que así lo propusieron.
Al respecto, nuestra senadora Lucrecia Egger tuvo un rol destacado en las negociaciones defendiendo esta posición, ya que consideramos una injusticia que el Gobierno de la provincia de Buenos Aires le cobre a los municipios lo que recibió del Gobierno Nacional sin tener que hacer ningún tipo de devolución; dicho sea de paso lo recibido desde Nación fue una ayuda récord de aproximadamente doscientos mil millones de pesos. Esperamos el mismo tratamiento para los municipios.
Tuvimos que hacernos cargo de situaciones nunca enfrentadas por un gobierno, algunas muy antipáticas por cierto. Con solo enumerarlas se comprende por qué con nuestro equipo de gestión calificamos a esta etapa como el peor momento que nos tocó atravesar en nuestras vidas, con la responsabilidad de tomar decisiones.
Seguramente hemos cometido muchos errores; no tengo ningún problema en pedir disculpas a los ciudadanos.
Nos tocó desde el seguimiento de precios; el control en los tres accesos a Azul y en los de Cacharí y Chillar; organizar la filas de los jubilados para su cobro; poner los horarios de apertura y cierre de comercios; regular el distanciamiento social; controlar las fiestas clandestinas; promover el uso del tapaboca; establecer protocolos en los empleadores de mayor cantidad de personal de Azul: el Frigorífico Natural Beef y el Parque Eólico Los Teros entre otros; empresas de las cuales se habló mucho sin conocimiento de lo que día a día se trabajaba desde el municipio, y a veces con clara intencionalidad de desacreditar nuestro trabajo.
Es esperable que en estos discursos de apertura de sesiones, el Intendente detalle los lineamientos de gestión área por área. Enumerar hoy todas las acciones que tenemos en agenda sería una pérdida de tiempo para todos nosotros. Cada Secretaría tiene sus metas y su proyección de trabajo, pero como decimos, la pelea aún no terminó. Tenemos que seguir con los cuidados y por sobre todas las cosas, no subestimar ni relajarnos ante este a veces mortal virus.
Sería irresponsable de mi parte hacerlo en este momento, cuando es aún incierto el futuro a corto y mediano plazo de cómo evolucionan las acciones para eliminar por completo la pandemia. Tenemos herramientas que nos permiten, si la situación sanitaria lo consiente, que en su informe periódico el Jefe de Gabinete les transmita estas acciones en su presentación ante el cuerpo deliberativo.
Las proyecciones que desde Epidemiologia de Salud nos pasan no son alentadoras; en el mediano plazo, se espera un incremento de contagios por lo que debemos tener nuestra mayor atención allí. Vemos una luz al final del túnel con la implementación de la vacunación, pero llegar al final implica transitar estos meses en la oscuridad de ese túnel. Por ello estamos trabajando atentos y expectantes.
No puedo dejar pasar este momento sin agradecer y hacer una mención especial a todos los que en este tiempo acompañaron con su sacrificio y esfuerzo este camino plagado de obstáculos e imprevistos.
La lista es interminable, la quiero resumir en los ciudadanos que no tuvieron otra posibilidad que sobrellevarla sin ninguna oportunidad de poder estar en contacto con sus afectos; a todos los trabajadores esenciales que pusieron el cuerpo y el alma en cada acción que tuvieron que realizar, muy especialmente a los municipales. A los vecinos de Chillar y Cacharí que fueron los primeros que enfrentaron esta pandemia en forma comunitaria.
A los pacientes con COVID que tuvieron que aprender juntos a nosotros el tránsito de esta enfermedad. A los que hicieron el aislamiento solicitado por el equipo de salud. A la UNICEN y a los voluntarios y trabajadores municipales que hicieron los seguimientos. El acompañamiento a los familiares y amigos de los vecinos y las vecinas que esta pandemia se llevó.
A los medios de comunicación, que muchas veces nos incomodan, como es su obligación, con sus críticas parciales e imparciales, pero son los canales a través de los cuales los ciudadanos logran obtener la información oficial. Gracias a ellos por su compromiso.
A mi familia; a mis hijos por cuidarse y por cuidarme; a mi esposa con la cual no pudimos despedir a su madre como lo hubiéramos querido hacer ya que nos dejó en plena cuarentena; ella ha sido un sostén espiritual en los momentos más duros que me tocó atravesar. A mi compañero inseparable, Alejandro Vieyra, que cubre todos los espacios en los que no puedo a veces estar.
A todos los funcionarios de mi equipo de gobierno por su trabajo diario y constante.
Humildemente le quiero dejar también un mensaje a la clase política: Por si alguno no lo sabe, los ciudadanos están hartos de nuestras discusiones, que son más parecidas a intrigas palaciegas que a debates que lleven a mejorar la situación de cada vecino.
Es momento – especialmente en este año electoral- de que cada espacio político esté a la altura de las circunstancias y que se debata, que no se agreda ni se descalifique. Les recuerdo que soy un hombre que empezó relativamente hace poco tiempo en la política y tengo más años del otro lado del mostrador que de éste. No incomodemos más al ciudadano con prepotencias, no encontrando en nuestro opositor ninguna virtud.
Este es el momento donde la grandeza debe primar sobre los intereses personales. Tengamos una competencia en paz y en armonía; no hay lugar para una segunda oportunidad si no estamos a la altura de las circunstancias.
Sepa el pueblo de Azul que en mi encontrará el espíritu cristiano que me guía desde mis orígenes; voy a poner la otra mejilla una y otra vez. Luego de este tiempo transcurrido con tanto sacrificio y sufrimiento, nuestra comunidad se merece este respeto,
De esta manera, doy formalmente iniciado el periodo de sesiones ordinarias 2021 del Concejo Deliberante de Azul”.