Esta tarde, se realizó el acto recordatorio por el 174° aniversario del fallecimiento del Gral. José de San Martín. En la plaza que lleva su nombre, la ceremonia estuvo presidida por el intendente Nelson Sombra y el presidente de la Asociación Cultural Sanmartiniana de Azul Luis Conti.
Además, se encontraban presentes el secretario de Gobierno y Jefatura de Gabinete Ignacio Pallia; el obispo diocesano monseñor Hugo Salaberry; la diputada provincial Laura Aloisi; la vicepresidenta 1ª del Concejo Deliberante Pilar Álvarez; el presidente del Consejo Escolar Leandro Ferraro; autoridades judiciales, educativas, militares, religiosas y de seguridad; representantes de instituciones intermedias; vecinos y vecinas.
Daban marco a la actividad abanderados y escoltas de escuelas locales, abanderados y efectivos militares y la réplica de la Bandera de los Andes de la que es depositaria la Escuela Normal.
En principio se entonó el Himno Nacional Argentino, se colocaron ofrendas florales al pie del monumento al Libertador y a las 15 en punto, hora en la que San Martín entró a la inmortalidad, se hizo un minuto de silencio acompañado por un trompa de la Banda Militar Combate de Perdriel.
Posteriormente, se desarrollaron invocaciones religiosas por parte del pastor Pablo Larroca y el cura párroco de la Iglesia Catedral Guillermo Di Pasquale.
Las palabras alusivas a la fecha
A continuación, se dirigió a los presentes el profesor Hugo Boggi -en representación de la Asociación Sanmartiniana-, quien, en conmemoración del fallecimiento del prócer, analizó el camino que transitan los seres humanos y que en consecuencia también recorrió San Martín -a su modo, con sus compromisos, su coraje, su lealtad y sus valores- para llegar a la muerte.
“Los senderos que transitamos por el camino que es la vida nos preparan de manera distinta a ese encuentro que para San Martín se dio un 17 de agosto de 1850”-señaló- e indicó que “desde el seno familiar en el que una madre y un padre unidos en matrimonio sacramental lo cuidaron desde su gestación, lo acompañaron, lo criaron, hasta sus últimos días en los que su hija y su yerno y sus amigos también lo acompañaron para despedirse de esta vida, San Martín se preparó a `bien morir´”.
En este contexto, Boggi hizo hincapié en el proceso de la formación de quien fuera luego el protagonista del cruce de los Andes, en la etapa de lo que hoy correspondería a su educación secundaria. Con referencias filosóficas e históricas, su análisis incluyó el ingreso de San Martín al Regimiento de Murcia a los 12 años, el contexto mundial en ese periodo y su primera participación en combate a los 13 años, un 25 de junio de 1791. Además, las campañas militares que fue integrando; sus formadores e instructores como Antonio Córnide; las guerras de las que fue parte entre los 14 y los 17 años, cuya experiencia le fue fundamental para el futuro cruce de los Andes; la vivencia de victorias, derrotas, heridas, muerte de compañeros, el día después a la batalla; su recibida como infante de marina a los 18 años y el arte como refugio, a través de la pintura para “exteriorizar algo de paz”.
Durante su alocución el docente recurrió a paralelismos con la actualidad para invitar a la reflexión.
Más adelante, añadió que “fue durante esos años que San Martín comenzó a tomar clara conciencia de la hermana muerte, de cuáles eran los valores que iba a defender y los enemigos contra los cuales iba a luchar toda su vida hasta terminar muriendo en el exilio”.
“Mientras experimenta en carne propia en el campo de batalla de sus años jóvenes la decadencia de un impero, va recorriendo los senderos interiores en los que gestara lo que se debe ser”-relató.
Para finalizar, destacó que “hoy vamos aprendiendo que no es bueno que mueran niños y jóvenes en las guerras; toda formación mediante la cual logremos suscitar las virtudes privilegiando el bien, la unida, la verdad, la belleza que anidan en el corazón de cada uno de estos niños, de estos adolescentes, nos ayudará a dar pasos hacia horizontes de paz, mientras seguimos librando los combates cotidianos contra nuestros egoísmos y mezquindades, caminando todos al encuentro de la hermana muerte”.
“En esta evocación de la formación de aquel joven San Martín de la educación secundaria, cierro diciendo que fue allí donde aprendió a ´darse´ palabra que une el ser y el dar”-concluyó.
Luego del discurso de Boggi, se cantó la Marcha de San Lorenzo y se dio por terminado el acto recordatorio del nuevo aniversario del fallecimiento del Libertador.