En el Galpón de Arte del SUMAC, el grupo de empleados municipales y colaboradores que trabaja en la construcción del momo para el Carnaval Azul 2019 se encuentra en la etapa final de desarrollo de la figura que arderá en la noche final de la fiesta.
Se trata de Rita Giobbi (coordinadora), Agustina Maciel, Corina Martínez, Héctor Perli, Mariano Zapata, Maximiliano Lapalma y Enzo Galván.
Cabe recordar que el lunes 5 de marzo desde las 21 será el cierre del Carnaval, en la Plaza Almirante Brown del Balneario Municipal. En esa ocasión, se entregarán los premios correspondientes a las diferentes categorías, se coronará a la reina, actuará la banda La Gigante y se hará la tradicional quema del momo.
La llamada
En sus orígenes, las comparsas estaban integradas por hasta 300 integrantes. Para realizar sus actuaciones en los tablones, se desplazaban a pie o a caballo y se iban “llamando” con los tambores.
También se dice que “La llamada” se debe a que un conjunto de candomberos salía por la calle a tocar y con su sonido alentaban a otros tambores a unirse, a “despertar”.
En este contexto, la quema del momo en Azul será acompañada por cuerdas de tambores.
Lancero africano
El momo 2019 es un lancero africano. Los lanceros llevan lanza y escudo de cuero africano, por su origen vinculado a los esclavos africanos, al estilo keniata. Antiguamente intervenían en la danza del candombe y principalmente en la bambula.
Usaban taparrabos con líneas blancas pintadas en los brazos y en la cara. Su paso hacia atrás y adelante recuerda a la danza de un animal.
Al respecto, Rita Giobbi destacó que “el origen del momo este año tiene que ver con el candombe, un movimiento que está teniendo mucho empuje en Azul y para nosotros como equipo tiene una simbología muy especial porque está relacionado con el personaje de un compañero de trabajo que tuvimos, Hernán Bonifacio, que venía haciendo las estructuras de los momos anteriores y ésta nos pareció una manera de resignificar la falta que nos hace este año”.