Días atrás, integrantes de la Asociación Amigos del Museo López Claro, su director Silvio Oliva Drys y Saúl López Claro, integrante familiar de quienes habitaban la casa, hoy Museo de Arte, plantaron en el patio de la institución un naranjo, árbol emblemático del lugar.
En 1995 cuando se inaugura el primer Museo de Arte del partido de Azul a raíz de adquirir la Municipalidad la Casona de Av. Mitre que fuera por más de 80 años el hogar de la familia Bettinelli – López Claro, en el patio existía dando frutos aún, un naranjo que había plantado Doña Emilia, como se la conocía cariñosamente en la comunidad. Esos frutos, naranjas llamadas ombligo, eran cada año ofrecidas a artistas y en más de una ocasión viajaron a Santa Fe y Buenos Aires donde César López Claro y Claro Bettinelli las esperaban ávidos.
El árbol fue envejeciendo y cumplió su ciclo natural. En esta nueva etapa, se adoptó el criterio de volver a plantar la especie que tanto caracterizó el patio del Museo y está siendo cuidado por quienes cotidianamente allí trabajan y por los integrantes de la Asociación Amigos.